A la atención de todos los que se sientan comprometidos por el bien común – Segunda parte

En todas mis reflexiones sobre la pandemia que estamos padeciendo, de este virus sobresale una característica a la que debemos prestar la máxima atención. Si leéis con detenimiento estos versículos que a continuación expongo, os serán muy reveladores:

Jesús dejo dicho: «Pues no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que por su medio el mundo se salve.» «Quien cree en Él, no es juzgado; pero quien no cree, ya tiene hecha la condena;» «Este juicio de condenación consiste en que la Luz vino al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la Luz, por cuanto sus obras eran malas.» «Pues quien obra mal, aborrece la Luz, y no se arrima a ella, para que no sean reprendidas sus obras.» «Al contrario: quién obra según la Verdad le inspira se arrima a la Luz, a fin de que sus obras se vean como que han sido hechas según Dios.»

Los virus, como todo ser viviente que emana del Canal de Energía que es Nuestro Creador, si han sobrevivido junto a diferentes especies de vida animal y vegetal a los cambios que ha pasado nuestro planeta para que pudiera ser nuestra casa, ha sido porque siempre han obedecido las leyes de la Naturaleza (Ley Cósmica). Lo que les ha llevado a ser conocedores de lo que es la Luz y de lo que son las tinieblas. Y, por lo mismo, si nos ven en peligro por no cumplirla nos ayudan para que seamos limpios de pensamientos, palabras y obras. Pues ellos saben que toda persona que se trabaja desde su interior se acerca a la Luz (emana Luz).

¡Qué mejor protección podría habernos dejado Nuestro Creador! En espera de que científicos, jerarquía eclesiástica, reyes, presidentes y todo el que ostente algún poder se unan para trabajar por el bien común; Lo que servidora os puede ofrecer es compartir lo que se me ha revelado para que descubráis la fórmula (oculta en el interior del Covid) de la verdadera vacuna sin variantes que nos acechen. Esta es la forma más parecida de la visión que he ido teniendo de él.

“Quien tenga oído que oiga lo que el Espíritu Santo os anuncia”

Con todo mi Amor,

Josefina