A propósito de la familia

«Lo que ha nacido de la carne, carne es; más lo que ha nacido del Espíritu, es Espíritu o espiritual.» «El viento sopla donde quiere: y tú oyes su sonido, más no sabes de donde sale, o a donde va: Eso mismo sucede al que nace del Espíritu.»

Todos los que estéis practicando el Mensaje de Jesús comprenderéis fácilmente lo que nos quieren decir estos versículos, pero ¿os estáis trabajando para que ÉL os ayude a renacer?

Pues como ya nos dejó dicho Jesús: «nadie echa un remiendo de paño nuevo a un vestido viejo, de otra suerte rasga lo nuevo parte de lo viejo y se hace mayor la rotura.» ¡Qué importante!, ¿verdad?

Lo que nos aclara este versículo es que, independientemente de la religión que se profese, si en algún momento en vosotros nace la necesidad de dar un paso más para vuestra evolución, no os olvidéis de ser esa nueva persona para que no retrocedáis en ella.

¡A propósito de la familia!

Comparto con vosotros este mensaje extraído de mis memorias, para que a los que lo lean en este presente o en un futuro les dé un plus de conocimiento, pues buena parte de familias se reconocerán en él. Soy consciente de que moverá conciencias, para que la esencia de lo que debe ser una familia, la cual también hemos desvirtuado, se recupere.

¿O acaso es una familia aquella que dice: «Yo por mi familia mato»? ¿O estas otras que saben que algún miembro de su familia está cometiendo abusos de toda índole y lo ocultan amparados en el dicho: «Los trapos sucios se lavan en familia»?

¿De verdad los estáis ayudando? ¿O les estáis privando que evolucionen por ocultarlos?

“Quien tenga oído que oiga lo que el Espíritu Santo os anuncia”

Con todo mi Amor,

Josefina