Profecía de Isaías, Capítulo X
para reflexionar

«El Señor destruirá en un solo día la cabeza y la cola a los que obedecen sumisos, como a los que gobiernan.» «El anciano y el hombre respetable, ese es la cabeza; y el Profeta que vende embustes, esa es la cola.»

¡¡ Ese día ha llegado…!!

Se nos ha concedido mucho tiempo para poder evitar lo que los Profetas predijeron, y ahora nos lamentamos, cuando descubrimos que las profecías se están cumpliendo.

Es urgente que repasemos de nuevo las Leyes Divinas, pues puede que no haberlas cumplido, sea la causa de todo lo que estamos padeciendo. Éstas les fueron transmitidas a Moisés mediante la palabra y posteriormente fueron escritas por el dedo de Dios Padre (NUESTRO CREADOR) en las Tablas de la Ley.

Puesto que son muchas, solo os voy a recordar las más significativas, a fin de que todos aquellos que recuerden, se unan a este eslabón de unión con Nuestro Creador que un día rompimos. Recordaros también que son valederas para cualquier credo o religión que se profese.

«Yo soy el Señor Dios vuestro.»

«No harás para ti imagen de escultura, ni figura alguna de las cosas que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni de las que hay en las aguas debajo de la tierra.»

«No las adorarás ni rendirás culto. Yo soy tu Dios que te creó y la consecuencia de no haberlas cumplido, la padecerán los hijos hasta la tercera o cuarta generación (de aquellos que se alejaron de Mí)» «y que uso de misericordia hasta millares de generaciones con los que me aman y guardan mis mandamientos»

«No des oído a calumniadores, ni te prestarás a decir falso testimonio en favor del impío.»

«No sigas la muchedumbre para obrar mal, ni en el juicio te acomodes al parecer del mayor número, de modo que te desvíes de la verdad.» «Si vieres caído con la carga al asno de aquel que te quiere mal, no te pases de largo, sino ayúdale a levantarlo.» «No aborrezcas en tu corazón a tu hermano, sino corrígele y explícate abiertamente, para no caer en el pecado por su causa»

«No tuerzas la Justicia, condenando al pobre.»

«Huye de la mentira, no harás morir al inocente y al justo.»

«No recibas regalos, porque deslumbran aun a los prudentes, y pervierten las sentencias de los justos.»

Y para terminar, deciros que no tenemos que perder la fe en Nuestro Creador, pues estas leyes siguen estando a nuestra disposición. También están en nuestro interior recordándonos lo que es el bien y lo que es el mal.

“Quien tenga oído que oiga lo que el Espíritu Santo os anuncia”

Con todo mi Amor,

Josefina