El hijo enviado por el Padre
San Juan, Capítulo VIII

«Y volviendo Jesús a hablar al pueblo dijo: Yo soy la Luz del mundo: el que me sigue, no camina a oscuras, sino que tendrá la Luz de la Vida.» «Replicáronle: Tú das testimonio de ti mismo; y así tu testimonio no es digno de fe.» «Vosotros juzgáis de mí según la carne; pero yo no juzgo así a nadie;» «y cuando yo juzgo, mi juicio es verdadero, porque no soy yo solo el que da el Testimonio; sino yo y el Padre que me ha enviado.» «Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.» «Replicábanle: ¿Pues quién eres tú? Respondiole Jesús: Yo soy el principio de todas las cosas, el mismo que os estoy hablando.» «Y el que me ha enviado, está siempre conmigo, y no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que es de su agrado.» «Y decía a los que creían en él: si perseveráis en mi doctrina, seréis verdaderamente discípulos míos:» «Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» «Respondieronle ellos: nosotros somos descendientes de Abraham, y jamás hemos sido esclavos de nadie, ¿Cómo pues, dices tú que vendremos a ser libres?» «Yo sé que sois hijos de Abraham; pero también sé que tratáis de matarme, porque mi palabra o doctrina no haya cábida en vosotros.» «Vosotros sois hijos del diablo, y así queréis satisfacer los deseos de vuestro padre: él fue homicida desde el principio; y creado justo, no permaneció en la verdad; habla como quien es, por ser de suyo mentiroso y padre de la mentira.» «Quien es de Dios escucha las palabras de Dios. Por eso vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios.»

Es muy importante que se tenga en cuenta lo que dice este versículo, pues es una señal inequívoca para reconocer a los que, por diferentes razones… siguen siendo esclavos del padre de la mentira. Recordad también que no se llega a Dios Padre sin haber cumplido todo lo que nos dejó dicho Jesús. Al igual que, para comprender todo su mensaje, también hay que tener cumplidas las leyes que nos dejaron los Profetas, pues Jesús dejó dicho: «No penséis que yo he venido a destruir la doctrina de la Ley ni de los Profetas: no he venido a destruirla, sino a darle su cumplimiento.»

“Quien tenga oído que oiga lo que el Espíritu Santo os anuncia”.

Con todo mi Amor,

Josefina