Mi casa es casa de oración
San Juan, Capítulo II

«En su recorrido, Jesús en esta ocasión subió a Jerusalén con sus discípulos.» «Y encontrando en el Templo gentes que vendían bueyes, ovejas, palomas, y cambistas sentados en sus mesas,» «habiendo formado de cuerdas como un azote, los echó a todos del templo juntamente con las ovejas y bueyes, y derramó por el suelo el dinero de los cambistas, derribando las mesas.» «Y hasta a los que vendían palomas les dijo: Quitad eso de aquí, y no queráis hacer de la casa de mi Padre una casa de tráfico.» «Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me tiene consumido.»

Qué dirá Jesús al ver que la Casa de su Padre sigue siendo una casa de tráfico, pues todos sabemos que se sigue comerciando… Recordad «las supuestas apariciones marianas» y el comercio que existe alrededor de ellas, como por ejemplo: imágenes, agua bendecida, rosarios, calendarios… Si los que tenían la misión de cumplir su Mensaje y enseñárnoslo en toda su magnitud, no lo han hecho, es normal que muchísimas personas al oír la palabra religión sientan rechazo. Para mí es triste que se pierdan el Mensaje de Jesús ¡¡porque es tan grande!! Recordad que practicándolo descubriremos la Verdad que nos hará libres.

“Quien tenga oído que oiga lo que el Espíritu Santo os anuncia”

Con todo mi Amor,

Josefina