Lorenzo

9 de febrero de 2009

Un día decidí ser madre. Un sentimiento de maternidad invadió todo mi ser y, sin embargo, pasaron los años y nada, no podíamos quedarnos embarazados. Fue una época muy dura, porque ser madre no se decide de un día para otro, y es un sentimiento muy profundo como ningún otro invade tu persona.

Ahora, gracias a la ayuda de Josefina tengo dos niños preciosos que llenan mi casa de alegría todos los días. Gracias a ella me hice las pruebas adecuadas y fui al médico que hizo realidad mi sueño. Ella, con su imposición de manos y sus oraciones, me hizo cumplir el sueño más importante de mi vida: ¡ser madre!

¡Josefina es un ser tan especial que hasta puede dar vida!

Muchas gracias Josefina, por tanto y más que nos das. Todo lo que escriba se queda corto porque no hay palabras par describirte, a ti y a lo que haces por nosotros.

Te quiere siempre tu amiga de vidas pasadas,

escrito por Belén.