Gracias, Josefina, por tu inmensa dedicación, y gracias al Padre, que es quien nos lo da todo….

De nuevo, tras avisarte de que mi pequeñín estaba con fiebre, amaneció como si nada gracias a la sanación que le enviaste en la distancia.

Pues hasta los pediatras no se terminan de creer lo bien que se encuentra y que no haya que operarle de vegetaciones, tal como pronosticaban desde que nació debido a sus problemas respiratorios. Gracias a tu ayuda, estas complicaciones nunca han llegado a grandes males, evitando a su vez que tuviésemos que aplicarle en ningún momento ventolines, corticoides, ni ningún otro tratamiento agresivo que los médicos le prescribieron en algunas de sus crisis.

Me conmueve pensar en la gran bendición que siento que tenemos y que hemos podido comprobar tantas y tantas veces con tantísima ayuda recibida, pues siempre estás ahí, ante cualquier problema que tengamos, ya sea de salud o de cualquier tipo.

Siento que soy una privilegiada por haberte encontrado en esta vida y por poder recibir y sentir en primera persona la ayuda tan grande que el Padre nos envía. Trabajo cada día por ser capaz de aplicar tus enseñanzas, la Verdad que Jesús nos dejó, y aprovechar esta vida como la gran oportunidad de transmutación que, con tanta misericordia, el Padre nos ofrece para alcanzar la liberación.

Silvia
domingo, 16 octubre 2016 23:22

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