… Yo trabajo en el parque de las ciencias y aunque es un trabajo que me encanta, siempre he sido una persona que ha tenido muchos trabajos y que cambiaba constantemente.
Debido a las presiones que se tienen habitualmente en el trabajo, en muchos momentos me he planteado dejarlo. Josefina siempre ha estado ahí ayudándome para que no lo haga y os aseguro que ha habido miles de conversaciones con ella e infinita paciencia por su parte, pues en este aspecto he sido demasiado repetitivo.
Claro, ahora estamos en crisis, no hay trabajo y es impensable dejar un trabajo fijo en la actualidad, pero estas conversaciones que mantuve con Josefina eran en época de bonanza, cuando había trabajo.
Os voy a contar dos detalles que me han salvado de estar sin trabajo hoy en día. Yo estuve colaborando con una fundación muy importante llamada el legado andalusí durante cinco años y de estas colaboraciones en los últimos años que estuve con ellos empezaron a pagarme algo. A mí aquel trabajo me gustaba mucho porque estaba relacionado con mis estudios, viajaba, etc. Pero un día hubo un problema con unas facturas que me hicieron y casi me meten en un problema con hacienda, aunque ellos me habían asegurado que no tendría problemas y cuando fui a pedir explicaciones me echaron. A los meses recibí una llamada de ellos diciéndome que como sabían que lo habían hecho mal conmigo me ofrecían un contrato de trabajo indefinido con un buen sueldo y condiciones. Yo en ese momento vi una oportunidad muy grande para dejar el parque y dedicarme a esto que me ofrecían, yo por aquel entonces no valoraba el trabajo que tenía en el parque en su justa medida. Volví a hablar con Josefina, volví a plantearle lo mismo de siempre pero ahora añadiendo esta novedad y Josefina me dijo, Fernando no dejes el parque que es algo seguro y te tienen bien valorado, además ten en cuenta cómo se han portado contigo en la fundación. Yo a pesar de esta advertencia decidí reducirme la jornada a fines de semana en espera de que me llamaran de la fundación. Llamé en varias ocasiones para ver cómo iban los trámites de mi contrato y ellos me decían que estaban en ello, hasta que un día ya no me cogieron el teléfono más. Así que me quedé solo con los fines de semana en el parque, suponiendo eso para mí una pérdida importante de dinero, pero podría haber sido peor de no haber sido por la insistencia de Josefina de que no dejara el parque. Tardé meses, pero recuperé mi jornada.
Más adelante al terminar mi carrera quise vivir la experiencia de irme fuera a estudiar un master, incluso en mis planes estaba irme a Galicia, ya que en mi cabezonería me planteaba y le planteaba a Josefina pedir una excedencia de un año con los inconvenientes que eso conlleva, pues no se garantiza el volver en las mismas condiciones y se vuelve cuando hay un puesto de trabajo disponible. Menos mal que Josefina me dijo que me quedara un poquillo más cerca de Granada porque así podría conservar mi trabajo aunque solo fuera en fines de semana, por lo que decidí hacer mi master en Málaga y conjugaba así las dos cosas.
Recuerdo aquel año muy convulso y posiblemente si no hubiese continuado yendo a trabajar los fines de semana no podría haber recuperado mi puesto de trabajo porque empezaba a haber reducciones de personal.
Terminado el master tardé en volver a recuperar mi jornada y cuando estaba muy inquieto por mis pocas horas Josefina me calmaba y me decía que no me preocupase que las recuperaría, y así ocurrió. Yo no tenía conciencia de lo importante que era tener ese trabajo, ella sí sabía de esa importancia y por ello siempre me alentó a continuar en él.
Hoy día gracias a ella, a su paciencia, a las horas que ha invertido en mí hablando sobre el mismo tema (que han sido muchas) disfruto de un trabajo indefinido en una situación tan complicada que vivimos hoy en día en la que hay tanta gente sin trabajo. Yo podría haber sido uno de ellos o tener ahora un trabajo peor, pero otra vez en mi vida se produjo ese “milagro” que me ha permitido tener una vida con un trabajo precioso, que además sin yo saberlo me gustaba hacerlo y sólo Josefina me lo hizo comprender a base de paciencia, entrega y amor.
Fernando
miercoles, 04 enero 2017 20:46
fmeleromartinez@gmail.com