Es una niña muy buena, con mucho pelo, ojos grandes, chatilla y quiere mucho a mi marido y a mí, tal y como nos decía Josefina antes de que llegara a este mundo. Desde entonces, gracias a las bendiciones que ha ido recibiendo Sofía de Josefina a través del PADRE, «ha padecido» de forma muy leve las típicas enfermedades de un bebé.
Cierto es que unas veces avisábamos nosotros a Josefina pero, casi siempre ella lo percibía antes debido a su gran sensibilidad: virus estomacal, legañas en los ojitos, gases del lactante, estreñimiento, fiebre por enfriamiento, resfriado, eczema en la piel,…aunque la más importante de todas ha sido que la haya podido amamantar cuando creía tirar la toalla el día de la subida de la leche y el día que le salieron grietas a mis pechos. Fue avisar de ello a Josefina y regularse éstos de una forma increible.
¿Qué podemos pedir más?, nada porque es una niña muy sana, no nos da tormento alguno, sólo sabe alegrarnos la vida con su mirada y su sonrisa permanente. De nuevo, muchas gracias a Josefina por haber intercedido ante el PADRE y habernos otorgado el privilegio de ayudarnos a guiar en esta nueva vida a este «ángel caído» tan especial.
Susana
jueves, 08 agosto 2017 19:57
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