El pan del Espíritu
San Juan, Capítulo VI

«Andaban buscando sus discípulos a Jesús. Al verle le preguntaron: Maestro, ¿cuándo viniste acá?» «Jesús les respondió: En verdad os digo, que vosotros me buscáis no por mi doctrina, atestiguada por los milagros que habéis visto, sino porque os he dado de comer con aquellos panes hasta saciaros.» «Trabajad para tener no tanto el manjar que se consume, sino el que dura hasta la vida eterna, el cual os lo dará el Hijo del Hombre, pues en éste imprimió su sello o imagen el Padre, que es Dios.» «Preguntáronle ellos: ¿Qué es lo que haremos, para ejercitarnos en obras del agrado de Dios?» «Respondiole Jesús: La obra agradable a Dios es que creáis en aquel que Él os ha enviado.» «Dijéronle: ¿Qué cosas haces extraordinarias?» «Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Dióles a comer pan del cielo.» «Respondiole Jesús: En verdad os digo: Moisés no os dio pan del cielo: mi Padre es quien os da a vosotros el verdadero pan del cielo.» «Dijéronle ellos: ¡Señor, danos siempre de ese pan!» 

«A lo que Jesús respondió: Yo soy el pan de vida: el que viene a Mí, no tendrá hambre; y el que cree en Mí, no tendrá sed jamás.» «Entonces comenzaron a murmurar de Él, porque había dicho: Yo soy el pan vivo, que he descendido del cielo.» «Y decían: ¿No es éste aquel Jesús, hijo de José, cuyo padre, y cuya madre nosotros conocemos? ¿Pues como dice Él yo he bajado del cielo?» «Más Jesús les respondió, y dijo: No andéis murmurando entre vosotros…» «Escrito está en los Profetas: ¡Todos serán enseñados de Dios! Cualquiera, pues, que ha escuchado al Padre, y aprendió su doctrina, viene a Mí.» «Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo.» «Quien comiere de este pan, vivirá eternamente; y el pan que Yo daré, es mi misma carne, la cual daré Yo para la vida o salvación del mundo.»

«Comenzaron entonces los judíos a altercar unos con otros, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» «Jesús empero les dijo: En verdad os digo, que si no comieres la carne del Hijo del Hombre, y no bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros.» «Y muchos de sus discípulos habiéndolas oído dijeron: Dura es esta doctrina, ¿Quién es el que puede escucharla?» «Más Jesús sabiendo por sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, díjoles: ¿Esto os escandaliza?» «El Espíritu es quien da la vida; la carne o el sentido carnal de nada sirve para entender este misterio; las palabras que Yo os he dicho, Espíritu y Vida son.»

“Quien tenga oído que oiga lo que el Espíritu Santo os anuncia”. 

Con todo mi Amor,

Josefina