El sacrificio de un Dios
San Marcos, Capítulo XV

«Habiéndose juntado para deliberar los príncipes de los sacerdotes y todo el consejo o sanedrín, ataron a Jesús y le condujeron ante Caifás, que era Sumo Pontífice.» «Llevaron después a Jesús desde Casa de Caifás al Pretorio. Ellos no entraron por no contaminarse,» «por eso Pilatos salió afuera, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?» «Respondiéronle: Si éste no fuera un malhechor, no le hubiéramos puesto en tus manos.» «Replicole Pilatos: Pues tomadle vosotros y juzgadle según vuestra Ley. A nosotros no nos es permitido matar a nadie; esa potestad es tuya.» «Oído esto, Pilatos entró de nuevo en el Pretorio y le preguntó a Jesús: ¿Eres tú el Rey de los Judíos?» «Respondió Jesús: ¿Dices tú eso de ti mismo o te lo han dicho de Mí otros?» «Replicó Pilatos: Tu nación y los pontífices te han entregado a mí: ¿Qué has hecho Tú?» «Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo. Si de este mundo fuera mi reino, claro está que mis gentes me habrían defendido.» «Replicole a esto Pilatos: ¿Con que tú eres Rey? Respondió Jesús: Así es, como dices: Yo soy Rey y vine al mundo para dar Testimonio de la Verdad.» «Dícele Pilatos: ¿Qué es la verdad?»

“Quien tenga oído que oiga lo que el Espíritu Santo os anuncia”. 

Con todo mi Amor,

Josefina