Lamento de Jesús por la liberación de toda la humanidad

Qué triste es saber que la verdad la encadenan

sin darse cuenta de que, a su vez,

se atan con las mismas cadenas que te arrastran por la vida,

sin dejarte ver lo que en verdad te encadena.

¡Oh, cadenas de tormento!

¡Dejad ya de herir con lamentos!

¡Dejad que las personas vuelen con los colores del firmamento!

¡Soltad ya esos grilletes que tanto lastiman el entendimiento!

“Quien tenga oído que oiga lo que el Espíritu Santo os anuncia”. 

Con todo mi Amor,

Josefina